Por una adecuada intervención en el Juego, los apoyos necesarios para ella y la formación necesaria para retirar esos apoyos y no hacer a nuestros hijos e hijas dependientes de ellos.
La diferencia para que una niña disfrute y se incluya en la sociedad a veces no está en su diagnóstico, ni en la genética, ni en la diversidad, sino en algo tan simple como un trocito de plástico de más en el columpio.
Esto le da apoyo para que, poco a poco, pueda columpiarse sola.
Es un ejemplo muy, muy simple de invertir para luego no gastar. Llevado a otros ámbitos como la educación, la sanidad o la simple dignidad personal la lógica es muy sencilla.
MEJOR AUTISMO EN LA CIUDAD QUE CIUDADES DEL AUTISMO
