Al final lo conseguimos! Más de 20 familias en nuestra primera asamblea general. Más de 20 que desde el principio parecían una. Tras muchos preparativos y el compromiso de muchas personas para alojarnos, conseguir el local, preparar viajes, allí estábamos todos en Madrid.
Más que un encuentro de recién conocidos, parecía una reunión de viejos amigos. Nuestros hijos e hijas parecían ganar nuevos titos y titas que, aunque eran la primera vez que los veían, ya sabían de ellos.
Los conocíamos por sus nombres y recibíamos con gran orgullo cualquier mirada esquiva que nos dedicaban. En mayor medida sabíamos de las vidas de los otros y teníamos esa complicidad de entendernos con la mirada y saber desde dentro qué, o mejor dicho, quienes nos habían unido allí.

El día comenzó temprano. Tras un buen desayuno juntos todos camino del tren y para Madrid. Las instalaciones de la ONCE nos recibieron y los miembros de la junta se afanaban en preparar todo para que el acto se desarrollara sin problemas.


Tras un turno de preguntas, cerramos una intensa pero emotiva y productiva sesión con un video de nuestras familias que nuestro presidente nos regaló. Momento de reir y llorar juntos y sentirnos un poco más unidos.
Con el almuerzo juntos acabó el fin de semana. Cada uno retornaba a sus quehaceres y rutinas diarias un poco menos solos que cuando llegamos. Orgullosos de lo que hemos comenzado y dispuestos, como la vida nos ha enseñado a hacer, a extraer de este grupo su máximo potencial.
Un abrazo amigos. Nos vemos pronto.